Paso del padre Marie a Lourdes al volver de Cauterets donde había ido a hacer una cura por sus dolencias de laringe.
20 de julio 1858. Carta a Sor Ernestine Samson
« Hay, a pocas leguas de aquí, en un pequeña ciudad llamada Lourdes, una gruta convertida en celebridad en todo el país a la redonda. Una pobre jovencita de 15 años fue encontrada varias veces en un completo estado de éxtasis, después de apariciones de la Santísima Virgen. Una fuente milagrosa surgió a partir de ese momento en la gruta de Lourdes, donde la gente se dirige en masa. Se constatan cada día prodigiosas e instantáneas curaciones. El Prefecto se creyó en la obligación de cerrar la entrada y la multitud de visitantes aumenta cada vez más.
El Monseñor de Tarbes ha decidido comenzar una investigación.
Voy a ir a la gruta a rezar por usted.
Ore por mí y diga a Sor Laurence [su hermana] que rece por mí: “Señor, haz conocer al Padre Maria la voluntad del Padre celeste.”
21 de febrero 1878.
El Padre Marie escribe, de Lourdes, à Sor Marie Paul Hibon, secretaria general:
“Siento aquí algo de lo que sentí hace poco en St André” (delle Fratte), (iglesia de Roma donde Notre Dame se le manifestó en 1842)