“surgen ríos de agua viva… “

le_jourdainEl Evangelio nos dice que de lo profundo del alma creyente surgen ríos de agua viva; no un río sino ríos; ríos de paz, ríos de luz, ríos de sabiduría, ríos de amor y de caridad. Y esos ríos inagotables no provienen del corazón para perderse; pasan a otros corazones; descienden poco a poco, como una rica cascada cuya fuente está en el cielo y cuyos torrentes de gracia recaen sobre la tierra para embellecerla y fertilizarla.

Por consiguiente, si bebemos la bebida de la vida divina, si comemos el pan del amor, nos convertimos en los órganos de Jesucristo, los miembros de su cuerpo, los cooperadores de sus obras, los instrumentos de su voluntad, los dispensadores de su espíritu y sus gracias. Así, nuestro deber, como el de los ángeles, consiste en repartir alrededor nuestro, la bendición, la edificación y el buen olor de Jesucristo.

Le Padre Théodore commente Jean 7,38


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